domingo, 18 de febrero de 2007

Formas


Cuando hacemos una burbuja de jabón ésta es redonda. Las burbujas de aire bajo el agua son redondas, los planetas son redondos, sus órbitas elípticas pero circulares al fin y al cabo, las estrellas son redondas, los satélites naturales son redondos, la órbita de los electrones alrededor del núcleo del átomo es circular, la fuerza de gravedad de los planetas es circunferencial, el campo magnético de la tierra o de un imán es circunferencial, el sistema solar gira en torno a un punto de la galaxia, las corrientes de aire de los tornados giran alrededor de un eje. Cuando lanzamos una piedra a un lago las ondas de sonido se propagan en forma circular. La tierra gira en torno al sol, vuelven continuamente a suceder las estaciones del año, vuelve el árbol a dar semillas y las semillas a convertirse en su molde original, lo cíclico se convierte en un círculo intangible.

Toda esta manifestación circunferencial podría ser un indicador que el universo es cóncavo, que sus límites son curvos y que la forma sobre la burbuja o el efecto de rotación en los sistemas naturales no es más que el efecto de los límites de lo infinitamente grande sobre los cuerpos contenidos dentro de ese plano. Lo macro manifestándose microscópicamente dentro de sí mismo.

Galileo decía que la naturaleza nos habla a través de símbolos como el círculo, cuadrado y triángulo. Muchas respuestas a complejos cuestionamientos astronómicos y matemáticos deben estar intrínsecas en esas simples figuras geométricas por algo están presentes en los átomos o galaxias, en sistemas naturales, en símbolos antiguos y en otros aspectos de la vida. Incluso algunos dibujos representaban a Dios como una circunferencia y todo lo que está dentro sucede a su voluntad y visibilidad.

La existencia y comportamientos de las formas que nos rodean, sean infinitesimales, microscópicas o invisibles, son sin duda un parámetro que bajo las leyes de analogías nos proporcionan datos para inducir el proceder de naturalezas o sistemas más complejos y desconocidos. La relación que podemos establecer entre estas formas es un misterio pero la intuición y lógica pueden contribuir a deducir algunos enigmas.

Las formas básicas de ojos, manos, partes del cuerpo, órganos, cadenas de ADN y células también ocultan misterios en su diseño. Cada forma que la naturaleza engendra espontánea o congénitamente guarda en sí misma evidencias de la creación.